Thursday, April 20, 2006

CREEME

Quedó ratificado en las últimas grandes crisis (7-J, de Londres, por ejemplo) que son cada vez los grupos sociales que se inclinan a buscar información en medios alternativos e independientes de las grandes cadenas.
El discurso periodístico, en particular en momentos de crisis, ya no se construye desde los medios tradicionales. La intermediación entre la fuente y el lector, tarea esencial del periodista, ha desaparecido: hoy, cualquier persona puede, a través de Internet, ingresar en forma directa a las fuentes y construir noticias para compartirlas con otros.
El fenómeno de los blogs debe constituir un severo llamado de atención a los medios tradicionales. ¿Por qué la sociedad decide auto-informarse? Debe suponerse que la respuesta está, ante todo, en la pérdida de credibilidad del periodismo formal.
Advertidos de esta situación, los medios han comenzado a incorporar blogs a sus páginas. Esta inserción en la blogósfera intenta, no hay dudas, bloquear la fuga de lectores hacia las bitácoras personales. Aun así, no aparecen razones para pensar que la desconfianza hacia los medios tradicionales vaya a licuarse porque estos se introduzcan en el nuevo mundo.
El relato de los hechos en forma directa a través de un blog concede frescura en la inmediatez de las noticias, pero no resuelve el interrogante de fondo: ¿por qué habrá de creerse en un cuaderno de apuntes que actúa bajo el paraguas de un medio tradicional?
El papel orientador del periodista continúa vigente. Miles de blogs pueden brindar miles de informaciones, pero el acceso a fuentes y la construcción del relato son capacidades técnicas de las que no disponen todos los bloggers.
Además, el periodista debe comprender que no se trata de un cambio de formato visual respecto de las columnas habituales, sino de un modo distinto de comunicar. Se trata de convertirse en lo que los expertos llaman “reportero ciudadano”: no es un observador de una realidad ajena, sino forma esa realidad.
La desventaja del reportero frente al ‘citizen reporter’ (reportero ciudadano) es palpable: mientras el primero persigue la noticia, el otro es parte integral de ella, está situado dentro del acontecimiento y desde esa posición privilegiada hace piezas periodísticas que en unos cuantos segundos puede enviar al productor de un noticiario de televisión, plantea el escritor Jordi Soler[1].
Visto desde un punto de vista similar, los bloggers han cambiado el tono y la perspectiva de las noticias. La información ya no es una lección magistral que el medio ofrece desde el púlpito del cuarto poder, sino que se parece a una conversación de café, al intercambio de pareceres entre iguales. (...) Los blogs se han convertido en el quinto poder, en el radar de la prensa de referencia, en el banco de pruebas donde los hechos se someten a todo tipo de escrutinios, sostiene Xavier Mas de Xaxàs[2].
Con todo, un detalle no puede escapar: si los medios tradicionales sufren una merma en su credibilidad, ¿quién es el garante de que la información volcada en los blogs es real y no está sujeta a manipulaciones de terceros ocultos detrás de los siempre simpáticos nombres con que se bautizan a las bitácoras?
Más allá de esta razonable duda, la convivencia es posible y hasta salvadora para ambos en tanto se imprima una sinergia que posibilite a los ciudadanos de a pie compartir la generación de información. En otras palabras, un diario con cientos de corresponsales en los lugares donde ocurren las noticias.
Un modelo imitable en situaciones de crisis se pudo encontrar en la web de The Times-Picayune, el más importante diario de Nueva Orleans, la ciudad que más sufrió la devastación de Katrina.
En www.nola.com, la estructura quedó divida en partes claramente diferenciadas:
· Las noticias, actualizadas en forma permanente, con la posibilidad descagar en formato PDF las páginas del diario del día.
· Un help center o centro de ayuda, con enlaces a foros en los que, por ejemplo, se ayudaba a la búsqueda de personas extraviadas.
· Foros en los se encontraban las experiencias de otros sectores de la región, también afectados.
· Blogs, de los periodistas del diario, que actuaban como mediadores en la información que llegaba desde distintos puntos.

[1] SOLER, Jordi. La información instantánea. El País, de Madrid. 24 de agosto de 2005
[2] MAS DE XAXÁS, Xavier. Citado por SOLER, Jordi. La información instantánea. El País, de Madrid. 24 de agosto de 2005.

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